¿Es que no se reían los etarras?
Y los yihadistas condenados a muerte, convencidos de que la ejecución de la sentencia supondría el inicio de la mejor parte de su vida - por otra parte, eterna - y no el fin de su breve y prescindible vida. Pues con el mismo buen humor han entrado en el TS los responsables a título de autores de la más grave crisis constitucional después